Acaba de conocerse que la Unión Europea va a crear un pasaporte sanitario que facilite la movilidad y los viajes este verano. Aunque se dan 3 meses para definirlo en detalle, a mi me surgen muchas dudas sobre su gestión.
09 de Marzo 2021 /Artículos / Por Alex Díaz
En los últimos meses hemos visto que compañías como la aerolínea Quantas o la naviera Saga (especializada en cruceros para pasajeros de edad avanzada) se planteaban que solo gente vacunada podría hacer viajes internacionales en sus aviones y barcos.
Ya han surgido varias iniciativas en relación al pasaporte sanitario. El Travel Pass de IATA (a través de una aplicación móvil) es el más avanzado y lo pretenden poner en marcha muchas aerolíneas en marzo. Otra iniciativa es el CommonPass, impulsado por el Foro Económico Mundial.
Que conste que el pasaporte me parece una buena idea para facilitar la movilidad y reactivar el sector turístico, sin poner en riesgo la lucha contra la pandemia a nivel europeo. Pero no veo tan claro la gestión administrativa del mismo. Si nos cuesta vacunar a la población a una velocidad de crucero, ¿cómo vamos a poder gestionar un pasaporte que es un documento vivo en el que quizás se tengan que actualizar datos? Por no hablar de la seguridad de esos datos tan sensitivos.
El pasaporte sanitario plantea muchas incógnitas y alguna dudas morales sobre su puesta en marcha.
Tanto Alemania como Reino Unido, ya han planteado algunas dudas sobre la posible discriminación que este pasaporte puede suponer (aunque Reino Unido no pertenece a la Unión Europea). Los países que más han presionado para que esta iniciativa salga adelante son los países del sur (como Grecia, España, Portugal e Italia) que serían los más beneficiados del turismo este verano.
Según Meckel, la mayor parte de la población de un país debería haber tenido acceso a la vacuna para poner en marcha el pasaporte. Si no, habrá mucha gente que no podrá conseguir el pasaporte, simplemente por no haber tenido acceso a una vacuna, aunque quieran ponérsela.
Pero gran parte de los países europeos no tendrán a la mayoría de la población vacunada antes de septiembre.
Además, la puesta en marcha de este pasaporte europeo demandaría una importante infraestructura de datos para administrar, compartir y verificar que los datos coincidan con la identidad del pasajero.
Por no hablar de temas legales de restricción de movimientos en la zona Schengen donde hay libertad de movimientos para personas.
¿Nos podemos permitir priorizar o penalizar a ciertos grupos de población o a ciertos países por el acceso que tengan a las vacunas?
¿Es totalmente efectiva esta medida para evitar el crecimiento de la pandemia? No está descartado que las personas vacunadas puedan portar el virus y contagiar (aunque a ellos no les afecte). Los países emisores podrán tener un efecto rebote con gente que vuelve de vacaciones y trae el virus.
¿Será un pasaporte para toda la Unión Europea o cada país tendrá el suyo? En ese caso, tendría que poder visualizarse en varios idiomas y sería necesitaría dar una formación a la gente de fronteras y aeropuertos para poder reconocerlos y validarlos.
¿Pasaporte solo para los vacunados? Entiendo que este pasaporte debería otorgarse no solo a aquellas personas que se hayan vacunado, sino también a aquellas que ya hayan pasado la enfermedad o aquellos viajeros que tengan una prueba PCR negativa.
¿Servirán para viajar los test rápidos de antígenos, las pruebas de anticuerpos o las pruebas de LAMP, aunque no sean tan eficaces como las pruebas PCR?
¿Qué validez tendrá el pasaporte? Todavía no está claro cuanto dura la inmunidad si te has vacunado o si has pasado la enfermedad.
¿Será un pasaporte físico como un formulario (con los problemas que plantea su gestión) o un pasaporte digital (Vía App o Código QR)? ¿Sería esto discriminatorio para personas que, por ejemplo, no tienen teléfonos inteligentes?
¿Quién emitirá este pasaporte? ¿El gobierno que controla la vacunación y los laboratorios que hacen las pruebas PCR, de antígenos o anticuerpos? ¿Habrá que definir y autorizar a ciertos laboratorios, que se consideran fiables, para volcar esta información en el pasaporte?
¿Tienen las administraciones públicas en todos los países la capacidad organizativa y técnica para que los datos de una vacunación aparezcan de forma automática en el pasaporte? ¿O tendremos que esperar semanas o meses para que se carguen los datos?
¿Y que pasará los días antes de las vacaciones cuando miles de personas querrán hacerse las pruebas PCR para poder viajar? ¿Habrá colapso de los laboratorios? ¿Se podrá actualizar la información de las PCR de forma automática en los pasaportes?
¿Cómo va a actualizarse la información de ese pasaporte sanitario de forma ágil? Por ejemplo, una persona puede tener un pasaporte sanitario donde se diga que ha pasado una prueba PCR antes de viajar y semanas después reciba una vacuna y quiera actualizarlo.
¿Cómo se va a evitar la falsificación de estos pasaportes sanitarios? ¿Tendrán que ser emitidos por una entidad gubernamental y con medidas de seguridad como tiene los pasaportes o los billetes (si son físicos)?
¿Cómo se garantizará la seguridad de los datos en esos pasaportes? Los datos médicos de los usuarios son muy apreciados por los ciberdelincuentes.
¿Será solo para movimientos en Europa? Y ¿qué pasa con los millones de turistas que querrán viajar a Europa este año desde países terceros? ¿Se cerrará la Unión para ellos?
¿Qué pasa con aquellos países que no tienen acceso a la vacuna todavía por su poder económico? ¿Será el pasaporte sanitario una medida discriminatoria basada en el poder económico de una sociedad o de sus ciudadanos? Gente con muchos recursos podrán viajar a destinos como Dubái que las ofrece a los turistas que visitan el país.
¿Volverán a ser los viajes a Europa y Estados Unidos un producto elitista solo al alcance de algunos ciudadanos?
¿Qué vacunas de las existentes a nivel mundial se aceptarán para el pasaporte sanitario? ¿Se permitirá viajar por Europa a personas que se han vacunado con la Sputnik rusa o la vacuna china, aunque no estén aprobadas por la Unión Europea?
En este sentido, se restringiría mucho el turismo procedente de grandes países emisores como China, Rusia y algunos países de Latinoamérica como Argentina, Chile y Brasil (que están usando alguna de estas vacunas).
¿Y si la vacuna que se ha puesto no es efectiva con las nuevas variantes de la Covid-19 que siguen surgiendo?
¿Será este pasaporte también una exigencia para entrar en museos, atractivos turísticos, discotecas, parques de atracciones o eventos?
¿Qué pasa con niños y adolescentes a los que no está previsto vacunar hasta el final? ¿Estarán exentos de la obligatoriedad de tener el pasaporte? ¿Hasta que años se plantea esta excepción?
Muchas dudas todavía por resolver y mucho trabajo por delante….
Veremos cómo lo desarrolla la Unión Europea en los próximos meses.
Y también que harán el resto de países fuera de Europa. ¿Podrán viajar los europeos fuera de la zona Schengen?
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